Para los que seáis un poco amigos de las fechas empezaré diciendo que han pasado dos años desde que Standstill grabaron su primer disco, y, como parece lógico pensar, las cosas han cambiado mucho.
Atrás ha quedado el furibundo ataque frontal de “The Tide”: las influencias del Emo Metal germano han cedido terreno y ahora comparten espacio con sonoridades más relajadas y experimentales que les situarían en la órbita de un Post-Hardcore tan agresivo como calmo.
Lo cierto es que la tentación de repetirse no les ha atrapado, y eso es algo que hay que reconocerles. “The Ionic Spell” es una obra de profundidad a la que hay que dedicarle tiempo y escuchas (sobre todo si eres un fanático del anterior CD) para sacarle todo el jugo, pero es por encima de todo un trabajo de creatividad y sentimientos a flor de piel, rabioso y bello, laxo y estresante. Es el manifiesto de una banda honesta que busca su propio camino y su propio lenguaje, y a la que no le duelen prendas dejando atrás esfuerzos previos.
Claro que para muchos de sus viejos fans los avances de “The Ionic Spell” van a suponer una decepción casi segura, pues para bastante gente lo mejor de Standstill eran esas partes rápidas tan caóticas que caracterizaban “The Tide” y de las que ya no queda rastro, pero eso es algo casi inevitable. Yo no voy a entrar a discutir cuál de los dos CD’s es mejor, pues ambos me parecen discos excepcionales y lo suficientemente diferentes como para ser considerados de forma independiente, sólo creo que hay que dar una oportunidad a este gran álbum y no encerrarse en el inmovilismo, que de todos los males que afectan a la música puede que sea el peor. Olvídate de los prejuicios y escucha.
Comentario: Jorge X
(Fecha del artículo: 15/3/2001)
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