Fresh es un grupo cántabro sustentado por un puñado de músicos que han pasado por un montón de grupos musicales de distintos estilos (Tiburones, SP, Carne, Rojo Satélite, Empty Head…) pero que en esta ocasión experimentan con las posibilidades de la música electrónica y de su fusión con instrumentos reales.
Nacieron en el año 1999, cuando César de la Sierra, encargado principalmente de las programaciones, y Goyo Rodríguez, centrado sobre todo en las voces, se unieron para empezar a gestar el grupo. No mucho tiempo después se les unió Jaime Cutrín, al saxo y teclados, y en el 2002 se incorpora Fernando Colomo "Machuca", con las percusiones reales.
Hasta el 2003 la actividad del grupo se repartió entre la grabación de varias maquetas y una gran abundancia de conciertos en directo. Y fue en ese año cuando editaron su carta de presentación, el maxi "Electronic Music From the Kitchen", en el que mostraban las posibilidades del grupo en cuatro temas, dos grabados en estudio y dos en directo.
En ese maxi estaba el embrión de lo que hoy es Fresh, si bien en "Frutas y Vegetales", su primer álbum que acaban de estrenar, el concepto está mucho más evolucionado y maduro.
El componente electrónico del grupo es un elemento distintivo, pero el planteamiento y la estructura de las canciones debe mucho al pop y al rock. Así, aunque hay influencias variadas de la electrónica de los 80, 90 y la década actual, muchos de los temas están organizados en estrofas y estribillos, además un número significativo de ellos tienen letra, y en general los temas evolucionan, con distintos fraseos y arreglos.
"Exterior" abre el disco. Un corte entre el funky electrónico y la música disco, con aportaciones importantes del saxo de Jaime Cutrín, sonidos sintéticos en diversos planos y las voces de Goyo relatando la letra y de Russel Simón, invitada en varios cortes del disco, añadiendo aderezos.
"Fresh" recuerda mucho a los años 80, con una base rítmica tan tecno como el resto de sonidos que se superponen sobre ella. La voz del cantante está procesada y en algunos momento tiene derivaciones drum´n´bass, en las que entra la voz de Russel Simón.
"Un momento" es un corte de house, cimentada sobre un ritmo imparable sobre el que superponen detalles progresivos y en el que la voz solo aparece puntualmente. Un corte principalmente instrumental muy elegante.
"I Wanna Dance" parece un corte sacado del mejor repertorio de La Unión… eso sí, ¡remezclado!. Una aventura pasional descrita a pinceladas donde llaman la atención los fraseos de saxo.
"Mundo mágico" es una pista instrumental, repleta de voces tribales, incrustadas en atmósferas que van y vienen, que en muchas ocasiones prescinden del ritmo y que cuando lo tienen es de corte semi-industrial.
"Mompía Sound (remix Exterior)" es un corte a mitad de camino entre el house y el funky electrónico, relativamente relajado, con unas aportaciones decisivas de la voz de Russel Simón y arreglos de diversos instrumentos que se van sucediendo.
"Un día después de soñar" cambia llamativamente de ambientación… un medio tiempo lleno de pasión, con una historia de amor protagonizando la letra… Un corte realmente bonito, con la voz de Goyo relatando y la voz femenina apoyando.
"Y Usted" es un tema muy bailable, que recuerda a las remezclas que a principios de los 90 editaron Radio Futura en "Tierra Para Bailar". Donde Goyo realiza una proclama rebelde, que invita a la agitación mental y corporal.
"Carlitos Morales" es un tema vacilón y pegadizo, con mucho del funky de la música disco de los 70, donde la letra se reparte la importancia con los cuidados y numerosos arreglos que adornan la base rítmica, que es ágil y sólida.
"Violencia" es un nuevo medio tiempo, pleno de melancolía, elegante y con un muy acertada combinación de voces… la voz de Russel Simon apoya y ambienta, la de Goyo a veces aparece "al natural" y a veces manipulada… Con el tema avanzado todo se acelera y desemboca en rabia… hasta volver al tempo medio inicial. Uno de los mejores temas del disco.
"Sonic Cavern" es una instrumental en la que se juega con percusiones tradicionales, que están acompañadas por una instrumentación elegante, donde brillan especialmente los vientos. Un conjunto que se acerca a propuestas como la de Wagon Cookin´.
"Hippy Boy" es un corte de siete minutos, que comienza con un bajo ácido, al que se le suma inmediatamente un rapidísimo ritmo house y que muta, al entrar las voces, en un himno al estilo de la época dorada del Chicago Sound, para después seguir evolucionado con la entrada y salida de diversos instrumentos… todo en un largo éxtasis instrumental.
"Frutas y Vegetales" es un disco entretenido, muy variado, en el que se nota que los músicos han puesto mucha pasión y en el que se puede destacar el hecho de que no se han sometido a ninguna moda ni a ninguna corriente musical… Han cogido lo que les ha gustado de la música electrónica de las dos décadas pasadas y de lo que va de ésta, lo han adaptado al concepto pop-rock de crear canciones y han creado algo personal y propio.
